El mercado hipotecario español ha vivido en los últimos meses una notable transformación, marcada por la estabilidad del euríbor y la reactivación del crédito para la compra de viviendas. En este artículo analizamos cómo estos cambios están afectando tanto a las hipotecas variables como a las fijas, cuáles son las tendencias actuales y qué previsiones manejan los expertos para el resto del año.
Un euríbor estable alivia las hipotecas variables
El euríbor a 12 meses –el índice de referencia para la mayoría de las hipotecas variables en España– cerró julio de 2025 en 2,079 %, prácticamente el mismo nivel que en junio (2,081 %), pero un 40 % por debajo de la cifra de julio de 2024. Esta estabilidad significa un respiro para los hogares con hipoteca variable: para una hipoteca media en España, la cuota bajará cerca de 123 € al mes, lo que supone un ahorro anual de unos 1.470 €. La caída del euríbor se explica en gran medida por la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) y por el pacto comercial entre la UE y Estados Unidos, que ha dado algo de certidumbre al mercado. Según las previsiones de los analistas de Kelisto, el euríbor podría cerrar 2025 entre el 1,8 % y el 2 %, aunque todo dependerá de la evolución de la inflación y de las decisiones del BCE en otoño.
¿Cómo afecta la estabilización del euríbor a los bancos y a los clientes?
La moderación del euríbor está llevando a los bancos a diseñar estrategias más competitivas. Aunque no se prevé una “guerra hipotecaria”, las entidades podrían ajustar sus tipos a la baja para atraer a nuevos clientes. Las hipotecas variables revisadas en agosto serán las grandes beneficiadas, pero la estabilidad del índice también afecta al diseño de las ofertas de hipoteca fija y mixta, modalidades que aportan seguridad a largo plazo. A medida que los tipos oficiales descienden, las hipotecas fijas se vuelven más accesibles: algunas entidades ya comercializan tipos fijos en torno al 2,15 % TIN para perfiles con alta vinculación.
Más hipotecas y predominio de los tipos fijos
La caída de los tipos ha reactivado el mercado inmobiliario. Según datos del Instituto Nacional de Estadística citados por El País, las transacciones de vivienda en mayo ascendieron a 61 054 operaciones, un 40 % más que un año antes. Este impulso podría llevar a que 2025 cierre con más de 700 000 compraventas, cifras inéditas desde 2007. El número de hipotecas concedidas también lleva 11 meses consecutivos al alza, con un tipo de interés medio del 2,91 % (2,78 % para variables y 2,97 % para fijas). Un 69,9 % de las nuevas hipotecas se firman a tipo fijo, lo que indica la preferencia de los compradores por la estabilidad de la cuota.
En este contexto, CaixaBank ha reforzado su liderazgo hipotecario. La entidad concedió más de 9 700 millones de euros en crédito hipotecario en el primer semestre de 2025, un 46 % más que en el mismo período del año anterior. Aproximadamente el 93 % de sus hipotecas son a tipo fijo, y ha lanzado el portal inmobiliario Facilitea Casa para conectar oferta y financiación en un entorno digital. Los clientes pueden optar a hipotecas de hasta 30 años con financiación del 80 % al 90 % del valor del inmueble, con bonificaciones según vinculación.
Más ahorro para los hipotecados existentes
La fuerte caída del euríbor interanual significa que quienes revisen su hipoteca variable en agosto notarán una rebaja significativa. Tomando como referencia una hipoteca media de 150 000 € a 25 años con euríbor + 1 %, la cuota bajará de 835,96 € a 720,82 €, lo que supone un ahorro de unos 115 € al mes (1 381 € al año). Las entidades financieras recomiendan aprovechar esa reducción para amortizar anticipadamente el préstamo y así reducir el plazo o la cuota. Además, si deseas calcular exactamente cómo quedaría tu cuota en función de tu deuda pendiente y del tipo de interés, te invitamos a utilizar nuestro simulador de hipotecas. Este recurso gratuito te permite introducir el importe, el plazo y el tipo de interés para obtener un cálculo personalizado al instante.
Otra opción es destinar el ahorro a productos de inversión o ahorro a corto plazo, aunque las rentabilidades actuales apenas superan el 2,91 % de interés medio de las hipotecas.
Tendencias y perspectivas
Las perspectivas del mercado hipotecario para el resto de 2025 son moderadamente optimistas. La inflación controlada en la zona euro y la expectativa de al menos otra bajada de tipos por parte del BCE en otoño podrían situar el euríbor cerca del 1,8 %. Esto seguiría abaratando las cuotas y favoreciendo la concesión de créditos, pero no se espera una caída brusca de tipos: los analistas creen que el índice podría estabilizarse alrededor del 2 %.
Para los compradores de vivienda, finales de verano y otoño podrían ser un buen momento para contratar hipoteca, ya que los tipos se mantienen en mínimos de dos años. Conviene comparar ofertas y consultar con asesores para elegir entre hipoteca fija, variable o mixta según el perfil. Si prefieres que un especialista revise tu perfil y te ayude a elegir la modalidad adecuada, completa nuestro formulario de estudio gratuito. Un asesor se pondrá en contacto contigo para ofrecerte asesoramiento sin coste alguno.
En cualquier caso, la concurrencia entre entidades y la entrada de portales como Facilitea Casa amplían las opciones para los compradores y apuntan a un mercado hipotecario dinámico para lo que queda de 2025.
Conclusión
En resumen, el mercado hipotecario español se encuentra en un momento de estabilidad y oportunidades. La moderación del euríbor y la caída de los tipos de interés favorecen tanto a quienes revisan sus hipotecas variables como a quienes buscan financiación para adquirir vivienda. El aumento de la competencia entre entidades y la mayor presencia de hipotecas fijas y mixtas brindan a los consumidores un abanico más amplio de opciones. Es fundamental analizar bien las necesidades y características personales antes de elegir una modalidad, así como estar atento a la evolución de los indicadores económicos y las decisiones del BCE. Con una estrategia adecuada, 2025 podría ser un año clave para asegurar condiciones financieras favorables a largo plazo.