Decidir entre una hipoteca fija o variable es una de las dudas más comunes para quienes van a contratar una hipoteca este año. Con el Euríbor experimentando cambios importantes y los bancos lanzando nuevas ofertas hipotecarias, es crucial informarse bien antes de elegir.
En este artículo encontrará una comparativa completa y actualizada: datos recientes sobre la evolución del Euríbor, ejemplos de ofertas reales de bancos, las ventajas y desventajas de cada modalidad (tipo fijo versus variable), casos prácticos que ilustran el impacto en las cuotas mensuales, y orientación personalizada para determinar qué opción de hipoteca conviene más según su perfil financiero. Prepárese para resolver sus dudas y tomar la mejor decisión para su futuro financiero.
Contexto del mercado hipotecario en 2025 (Euríbor, BCE y tipos actuales)
En 2025 el mercado hipotecario español vive un momento de recuperación tras años de subidas de tipos. El Euríbor a 12 meses, índice de referencia de las hipotecas variables, inició el año cerca del 2,525 % y ha ido descendiendo, situándose por debajo del 2,10 % a mediados de año (julio/agosto 2025). Esto implica que muchas cuotas variables se han abaratado en el último año (por ejemplo, una hipoteca media revisada este verano puede abaratarse más de 80 euros mensuales). Aunque en agosto de 2025 hubo un leve repunte hasta el 2,114 % (primer alza del año), el Euríbor sigue muy por debajo de los valores de 2023 (por encima del 4 %) o incluso del año pasado (3,166 % en agosto 2024). En paralelo, los grandes bancos han lanzado ofertas muy competitivas: hipotecas fijas con TIN en torno al 2–3 % y variables con diferenciales ajustados (a veces desde +0,30 %). Este entorno de tasas moderadas y bancos buscando clientes hace que en 2025 tanto la hipoteca fija como la variable presenten condiciones atractivas. Además, la firma de viviendas está disparada (se han firmado en 2025 cifras récord de hipotecas, cerca de máximos de 14 años) gracias a la financiación más barata y a la gran oferta de préstamos.
En resumen, la tendencia actual es a la baja del precio del dinero: el Banco Central Europeo mantiene tipos del 2 % (tras varios recortes recientes) y se prevé que el Euríbor gire en torno al 2 % o ligeramente a la baja hasta final de año. Esto está abaratando las hipotecas variables y permitiendo que las ofertas a tipo fijo también bajen sus intereses para competir. El 70 % de las hipotecas que se formalizan en España ya son a tipo fijo (dato INE) y sigue creciendo el interés por las fijas. Sin embargo, con el Euríbor bajando, los préstamos variables también resultan más asequibles. Ante este panorama, es clave entender las diferencias entre ambas modalidades para decidir cuál conviene más según el perfil del hipotecado.
¿Qué es una hipoteca fija y cómo funciona?
Una hipoteca fija es un préstamo hipotecario en el que el interés se mantiene constante durante toda la vida del préstamo. Esto significa que el TIN (Tipo de Interés Nominal) pactado desde el inicio no cambia: las cuotas mensuales que paga el cliente son siempre las mismas, independientemente de lo que suceda con los índices de referencia externos. Por ejemplo, si contratas una hipoteca fija al 2,50 % TIN para 25 años, ese 2,50 % será siempre el interés aplicado al capital pendiente de amortizar, mes a mes. De este modo el principal y los intereses se reparten de forma fija, lo que hace predecible el pago mensual.
La hipoteca fija es ideal para quien prioriza la estabilidad y la seguridad financiera. Permite planificar el presupuesto a largo plazo porque la cuota no varía nunca, lo que evita sobresaltos por cambios de tipos de interés. También protege contra subidas futuras de los tipos: si el Euríbor o los intereses suben, el titular de una hipoteca fija no lo nota, ya que su interés permanece inalterable. Hoy en día las entidades ofrecen plazos de amortización largos (hasta 30 o incluso 40 años en algunos casos con intermediario), y financian normalmente hasta el 80 % del valor de la vivienda habitual (hasta 90–95 % en casos muy bonificados o para jóvenes).
Por ejemplo, una hipoteca fija típica ofrecida en 2025 es la Hipoteca Vamos a tipo fijo de Ibercaja, con un TIN del 2,15 % (sin importar el plazo), que exige vincular la nómina (mínimo 2.500 €), varios recibos domiciliados, tarjeta de crédito con cierto uso, seguros de hogar y vida, y aportación mensual a un fondo de la entidad. Otro caso es la Hipoteca Open Fija de Openbank (del Grupo Santander), con TIN del 2,36 % a 25 años si se domicilia la nómina y se contratan seguros de hogar y vida. El resultado es una cuota fija mensual conocida desde el principio, sin sorpresas, aunque se asuman ciertas vinculaciones.
¿Qué es una hipoteca variable y cómo funciona?
Una hipoteca variable es un préstamo con interés que varía a lo largo del tiempo. Se compone de un índice de referencia (casi siempre el Euríbor a 12 meses) más un diferencial o “margen” fijo pactado. Cada cierto periodo (normalmente cada 6 o 12 meses) el banco revisa el Euríbor y reajusta el interés aplicando el diferencial contratado. Por ejemplo, si tu hipoteca es “Euríbor + 0,50 %”, y el Euríbor actual es 2,00 %, el interés aplicado será 2,50 %. Si el Euríbor baja al 1,50 % en la siguiente revisión, tu interés será 2,00 % (por tanto, cuota más baja); si sube al 3 %, tu interés se hace 3,50 % (cuota más alta).
Suele haber un periodo inicial fijo de 12 o 24 meses, durante el cual se paga un interés concreto (TIN fijo) antes de pasar al sistema variable. Por ejemplo, muchas ofertas variables aplican en el primer año un TIN especial (por ejemplo 1,50 % o 1,90 %) y luego pasan a “Euríbor + diferencial”. En 2025, por ejemplo, BBVA ofrece Hipoteca Variable con un TIN del 1,89 % durante el primer año, para luego aplicar Euríbor + 0,50 % (si se cumple domiciliación de nómina y seguros; sin bonificación sería Euríbor + 1,50 %).
La consecuencia es que en una hipoteca variable la cuota mensual puede subir o bajar tras cada revisión, según la evolución del Euríbor. Esto implica que puede ser más barata si los tipos de interés bajan (ahorro en intereses), pero también conlleva el riesgo de que las cuotas suban si los tipos suben. En 2025, con el Euríbor en descenso, muchas hipotecas variables están abonando cuotas menores que hace un año. Sin embargo, como el futuro del Euríbor es incierto, el titular asume un grado de incertidumbre mayor que con una fija.
Ventajas y desventajas de la hipoteca fija
- Estabilidad en las cuotas: La principal ventaja es que la cuota mensual no varía a lo largo de toda la vida del préstamo. Esto permite planificar mejor el presupuesto doméstico, ya que se sabe exactamente cuánto se va a pagar cada mes sin sustos. Este control financiero es muy útil si tu solvencia es ajustada o prefieres evitar incertidumbres.
- Protección contra subidas de tipos: Con el interés ya cerrado, no te afectan futuras subidas del Euríbor ni de los tipos oficiales. Si el Euríbor vuelve a subir por decisiones del Banco Central o por inflación, quienes tienen hipoteca fija no notarán cambios en su cuota. Por tanto, se evitan subidas de pago inesperadas en escenarios de alza de precios.
- Ofertas competitivas: En 2025 varias entidades han ajustado sus hipotecas fijas para atraer clientes. Por ejemplo, Ibercaja ofrece su hipoteca fija al 2,15 % TIN, Openbank al 2,36 %, y Santander al 2,45 % (una vez cumplidas las bonificaciones). Estas cifras son muy bajas para una fija, y apenas difieren de lo que se ve en variables con muchas vinculaciones. Es decir, puedes conseguir ahora una tasa fija equivalente a la variable de hace pocos años.
- Seguridad a largo plazo: Si prevés mantener la vivienda muchos años, la fija te asegura el mismo coste de financiación independientemente del ciclo económico. Así no tienes que preocuparte por el “qué pasará con los tipos” en 5, 10 o 20 años. En un entorno donde muchos bancos financian hasta el 80–90 % del precio (y hasta 100 % en ofertas muy bonificadas), la fija brinda tranquilidad para quien valora prever sus gastos.
Además, al tratarse de un contrato con interés constante, normalmente las fijas tienen flexibilidad en los plazos máximos (a veces ofrecen hasta 30–40 años con intermediarios) y pueden negociarse con sólidos perfiles. No cobran el esfuerzo de llevar registro del Euríbor cada año.
En definitiva, las hipotecas fijas en 2025 ofrecen un interés atractivo con la gran ventaja de no cambiar nunca, lo que brinda un gran control presupuestario y tranquilidad ante posibles repuntes de la inflación.
Nota: La contrapartida, como veremos, es que la hipoteca fija suele partir con un interés inicial algo más alto que una variable similar. La siguiente sección analiza las ventajas y riesgos de la variable para comparar.
Ventajas y desventajas de la hipoteca variable
- Tipo inicial más bajo: En general, las hipotecas variables suelen partir de intereses más bajos que las fijas. Esto se debe a que incorporan un índice (Euríbor) que suele estar por debajo del tipo fijo medio actual. En 2025 se pueden encontrar diferenciales de oferta muy competitivos: algunos bancos ofrecen Euríbor + 0,30–0,50 % con bonificaciones (o alrededor de 1,50 % sin ellas), lo que de partida da intereses totales en el entorno del 2 – 2,5 % TIN. Por ejemplo, Kutxabank aplica Euríbor + 0,49 % (tras 1,46 % TIN el primer año); Banco Santander ronda Euríbor + 0,45–0,50 % para clientes con nómina; BBVA aplica Euríbor + 0,50 % (después del primer año al 1,89 %); Cajamar y Unicaja ofrecen euríbor + 0,50 % con domiciliar nómina; COINC (Bankinter) tiene Euríbor + 0,70 % tras 2,25 % primer año. Estos números implican cuotas iniciales bajas comparadas con las fijas del mercado.
- Aprovechar descensos del Euríbor: Dado que el Euríbor está actualmente en descenso, los titulares de hipotecas variables están viendo reducciones en sus cuotas. La mayoría de las revisiones hipotecarias en 2025 resultan en ahorros significativos respecto al año anterior (por ejemplo, en julio se redujeron más de 80–120 € mensuales en hipotecas de 150.000 € a 25 años). Si esta tendencia continúa, un préstamo variable acabará siendo más barato que uno fijo equivalente.
- Menos vinculaciones estrictas: Muchas hipotecas variables exigen solo la domiciliación de nómina como vinculación básica (ej. ING no obliga a seguros, o Bankinter requiere solo su cuenta), a diferencia de algunas ofertas fijas que condicionan el TIN al cumplimiento de varias cláusulas. Además, las variables suelen tener menores comisiones de amortización anticipada (limitadas por ley al 1–2 %). En general, ofrecen flexibilidad para amortizar sin penalizaciones fuertes, ya que muchas ya no cobran comisión de apertura ni de cancelación registral.
- Posibilidad de cambios de préstamo: Si contratas una hipoteca variable y los tipos suben mucho después, puedes plantearte cambiar a fija en el futuro (“subrogación”). Dado que muchas variables permiten subrogación sin comisión (por ley) o con poca penalización, es posible refinanciar a fijo en años posteriores si las condiciones fueran mejores. Esto da cierta flexibilidad a largo plazo.
Además, en un entorno de tipos elevados comparado con años pasados, los plazos de las variables son amplios (hasta 30 años) y la financiación máxima suele alcanzar el 80 %. Algunas hipotecas variables de 2025 también cubren hasta el 95 % para jóvenes.
Por estas razones, la hipoteca variable conviene a quien confía en que el Euríbor continuará bajo o baja, y está dispuesto a tolerar la incertidumbre de revisión. En el clima actual, con euríbor cerca del 2 %, la variable presenta la ventaja de cuotas iniciales muy ajustadas. Sin embargo, esa misma característica conlleva el riesgo de que, si el índice repuntara, tus gastos suban.
Comparativa: hipoteca fija vs hipoteca variable (simulaciones y cuotas)
En la práctica, elegir entre fija y variable implica valorar dos factores clave: seguridad versus coste potencial.
- Costo a corto plazo: Hoy día (2025) las hipotecas variables suelen ofrecer cuotas iniciales más bajas. Por ejemplo, con un euríbor alrededor del 2,0 %, un diferencial del +0,50 % se traduce en ~2,5 % de interés total, similar o inferior al 2,5–3 % de las ofertas fijas más competitivas. Además, muchas variables bonificadas superan en atractivo a las fijas si el cliente cumple requisitos mínimos (nómina domiciliada, seguros básicos, uso de tarjeta). En cambio, sin bonificaciones la variable puede encarecerse (por ejemplo, +1,5 % sin nómina).
- Estabilidad a largo plazo: Por su parte, las hipotecas fijas ofrecen la ventaja de la cuota invariable. Si el Euríbor repunta inesperadamente, la persona con hipoteca fija no sentirá el impacto. Esto es especialmente importante para quien no puede asumir incrementos en sus gastos mensuales (por ejemplo, jubilados con pensión fija, familias con presupuesto justo, trabajadores con ingresos variables). Las fijas también suelen tener mejores opciones si quieres saber exactamente cuánto pagarás al final, pues no dependen de proyecciones del índice.
- Riesgos y beneficios futuros: En este momento, el mercado prevé que el Euríbor se mantenga relativamente estable o descienda ligeramente (analistas de BBVA, Bankinter, Caixabank estiman valores cercanos al 2 % para fin de 2025). Por tanto, la hipoteca variable podría mantenerse barata durante algunos semestres. No obstante, cabe recordar que el Euríbor está ligado a las decisiones del BCE: si el banco central decide mantener tasas altas por más tiempo, el índice podría repuntar o mantenerse estancado, reduciendo los ahorros futuros de la variable.
- Plazo de la hipoteca: Otro aspecto es el tiempo que planeas tener la hipoteca. Si sólo necesitas financiarte a corto plazo (pocos años) o crees que puedes amortizar rápido, la variable puede ofrecer el menor coste total gracias a esos primeros años baratos. En cambio, si quieres la seguridad de saber cuánto pagarás hasta el final (por ejemplo, una persona con ingresos fijos planificando su jubilación), una hipoteca fija es más conveniente.
- Situación personal: El perfil crediticio y de ingresos también influye. Si tienes un perfil excelente, muchas entidades permiten negociar ambas modalidades. Un bróker hipotecario, por ejemplo, puede encontrar para un cliente con buen historial una fija al 2,10 % TIN (TAE 2,35 %)o una variable a Euríbor+0,30 % tras un 1,20 % inicial (TAE 2,76 %), financiando hasta el 90–95 %. Pero si tienes ingresos modestos o trabajas por cuenta propia, podrías preferir la previsibilidad de la cuota fija.
En resumen, en 2025 las variables son muy competitivas, pero las fijas han encogido su diferencia gracias a los bajos tipos actuales. Una comparación de ejemplo: si el Euríbor cerró julio en 2,079 %, una hipoteca media de 150.000 € a 25 años con diferencial +1 % vería bajada la cuota de ~931 € a ~845 € tras la revisión. En cambio, una hipoteca fija equivalente con 2,45 % TIN (Santander) o 2,36 % (Openbank) siempre pagaría la misma cuota (alrededor de 589–582 € sin cambios). Con el Euríbor actual, la variable saldría más barata al cliente. Pero si dentro de un año el Euríbor subiera al 3–4 %, la cuota variable podría superar con creces a la fija.
Conclusión: No hay una respuesta única. La mejor opción dependerá de tu tolerancia al riesgo y previsión económica. A día de hoy, con el Euríbor bajo, la hipoteca variable conviene a quienes buscan la cuota más baja posible y confían en que los tipos no repunten fuertemente. La fija es más adecuada para quienes dan prioridad a la estabilidad y no quieren sorpresas en su presupuesto a largo plazo.
Ejemplos de hipotecas actuales en 2025
A continuación se exponen algunos ejemplos reales de condiciones hipotecarias ofrecidas por bancos en España durante 2025, tanto a tipo fijo como variable. Estos reflejan el rango de TIN, plazos y vinculaciones que encontrarás en el mercado actual:
- Hipotecas fijas (ejemplos):
- Hipoteca Vamos a tipo fijo (Ibercaja): TIN 2,15 % (sin importar plazo), con bonificaciones que incluyen domiciliar nómina ≥2.500 €, domiciliar 3 recibos, realizar 12 compras semestrales con tarjeta, seguros de hogar y vida con la entidad, y aportación mensual de 75 € a fondos de Ibercaja. No tiene comisión de apertura, pero cobra hasta el 2 % de comisión de amortización (10 primeros años).
- Hipoteca Open Fija (Openbank): TIN 2,36 % a 25 años (TAE ~2,97 %) contratando la domiciliación de nómina y los seguros de hogar y vida de Openbank. Sin esas condiciones el interés sería 2,86 %. No cobra apertura ni amortización anticipada parcial.
- Hipoteca Fija Bonificada (Banco Santander): TIN 2,55 % durante los primeros 6 meses y 2,45 % TIN a partir del 7º mes (TAE ~3,07 %) con bonificación máxima. Para lograrlo se exigen 4 requisitos: nómina, seguro hogar, seguro vida y crédito por vivienda eco-friendly. Sin cumplirlos el TIN aplicado sería 3,55 %. Financia hasta el 80 % de la vivienda habitual.
- Hipoteca Fija (Banco Sabadell): TIN 2,50 % (a 20–30 años) cumpliendo domiciliación de nómina, seguro de hogar, seguro de vida y seguro de protección de pago. Sin bonificar se dispara. No tiene comisión de apertura si se cumplen requisitos, pero sí amortización anticipada.
- Hipoteca Mari Carmen Fija (Abanca): TIN 2,55 % (sin importar plazo) con domiciliación de nómina, seguro de hogar y 24 compras anuales con tarjeta. Financia hasta el 80 % con 0 % apertura y amortización parcial, y 2 % /1,5 % por amortización total.
- Hipoteca Fija (COINC – Bankinter): TIN 2,69 % (para 20–30 años, TAE 2,93 %) sin seguros obligatorios: solo requiere abrir una cuenta nómina o profesional en Bankinter (COINC). Financia hasta el 80 %, sin comisiones de apertura y amortización parcial, aunque aplica 2 % de comisión anticipada (1,5 % tras 10 años).
- Hipoteca Joven Fija (Banca March): Desde TIN 2,65 % (2,91 % TAE) a 25 años, para clientes con nómina y seguros en Banca March. Financian hasta el 80 % de la vivienda (95 % hasta 35 años). Sin apertura, con comisión de amortización anticipada.
- Hipotecas variables (ejemplos):
- Hipoteca Variable (Kutxabank): Euríbor + 0,49 % (TAE 2,94 %), con TIN fijo del 1,46 % el primer año. Se requiere domiciliar nómina, contratar seguro de hogar y aportar 2.400 €/año a un plan de pensiones Kutxabank para lograr ese diferencial. Sin esos productos el diferencial sería +1,49 %. Financia hasta el 80 % del inmueble, sin comisiones de apertura.
- Hipoteca Variable (COINC – Bankinter): TIN 2,25 % el primer año, luego Euríbor + 0,70 % (TAE 2,97 %). Para acceder a estas condiciones basta con abrir una Cuenta Nómina, No-Nómina o Profesional en Bankinter (COINC). Financia hasta el 80 % (60 % segunda residencia) sin comisión de apertura.
- Hipoteca Variable Avantio (Banca March): 1,90 % TIN el primer año y luego Euríbor + 0,60 % (TAE 2,88 %). Para ello hay que domiciliar ingresos recurrentes ≥2.000 € y contratar seguros de hogar y vida en Banca March (ofrece buenos precios de seguros). Financia 80 % de vivienda (70 % segunda), sin apertura.
- Hipoteca Freedom (Banco Mediolanum): 1,50 % TIN el primer año y Euríbor + 0,65 % después (TAE 3,06 %). Solo exige domiciliar ingresos y un seguro de hogar con Mediolanum. Financia hasta 80 % de la vivienda, pero cobra 1 % de apertura (la mayoría ya no cobra) y 2 % de amortización anticipada parcial.
- Hipoteca Variable (BBVA): 1,89 % TIN el primer año y luego Euríbor + 0,50 % con nómina y seguros (1,50 % sin bonificar). Así, con nómina, el coste total inicial es un TAE de ~3,70 %. Requiere domiciliar nómina y seguros de hogar/vida para lograr el diferencial mínimo. Financia hasta 80 %, sin comisiones de apertura.
- Hipoteca Variable (Banco Santander): (producto análogo) Euríbor + 0,45–0,50 % para clientes con nómina y varios productos contratados; +0,90 % sin bonificar. Ofrece revisión semestral. Financia hasta 80 %, sin apertura, con comisiones de amortización por ley.
- Hipoteca Variable (Cajamar): Euríbor + 0,50 % (bonificado, ~Euríbor + 1,25 % sin bonificar) para nómina y seguros; financia hasta 80 %.
- Hipoteca Variable (Unicaja – Cajasur): Euríbor + 0,50 % con nómina (1,25 % sin). Financia 80 % primera vivienda.
Estos ejemplos ilustran que tanto fijas como variables en 2025 requieren en general cumplir con vinculaciones (nómina, seguros, tarjetas, aportaciones) para acceder al interés mínimo publicado. Sin ellas, los intereses suben notablemente. Las entidades suelen bonificar hasta 1 punto o más del TIN si se cumplen todas las condiciones: por eso es importante leer los requisitos de cada oferta.
¿Qué hipoteca elegir en 2025 según tu perfil?
La decisión final depende de tu situación y tus expectativas:
- Si buscas seguridad absoluta en el presupuesto, la hipoteca fija es la mejor opción. No importará cómo varíe el Euríbor; tu cuota será siempre la misma. Esto te protege contra cualquier repunte de tipos futuros y te permite planificar con certeza. Por ejemplo, un cliente con ingresos estables y gastos ajustados puede dormir tranquilo sabiendo que su cuota fija al 2,45 % o 2,50 % se mantendrá inalterable. Aunque la cuota inicial pueda ser algo más alta que en una variable, la estabilidad justifica el costo extra para quien no quiere asumir riesgos.
- Si prefieres pagar lo menos posible y toleras algo de riesgo, la variable puede salirte mejor. Con el Euríbor bajando, muchos ven cómo sus cuotas se reducen cada año. Si mantienes la hipoteca varios años mientras el Euríbor está bajo, gastarás menos intereses que con una fija equivalente. Esta opción es conveniente si esperas que los tipos sigan bajos (por ejemplo, si la economía sigue lenta) o si piensas amortizar pronto parte de la hipoteca. Incluso podrías empezar con la variable y luego cambiar a fija si los tipos empiezan a subir, dado que los bancos permiten subrogaciones.
- Mixta como intermedia: También existen hipotecas mixtas, que combinan tramos fijos y variables. Por ejemplo, tener un tipo fijo por 3–5 años para garantizar estabilidad inicial, y luego pasar a euríbor. Esto puede ser un punto medio, aunque las cuotas iniciales resultan ligeramente más altas que una variable pura. Si crees que en los próximos años los tipos seguirán bajando solo gradualmente, la mixta te da cierta previsión a corto plazo con la posibilidad de aprovechar tipos bajos después. En 2025 se encuentran mixtas con tramos fijos del 1,5–1,8 % por varios años, seguidas de euríbor+0,50–0,60 %.
- Perfil del comprador: Si eres joven o tu salario puede aumentar con la inflación, quizá la variable te beneficia (ya que en muchos bancos los más jóvenes tienen descuentos adicionales). Si eres funcionario o vas a mantener un nivel de ingresos alto, las entidades te ofrecerán buenas condiciones tanto en fija como en variable; valora tus preferencias personales. Muchos asocian hoy la hipoteca fija con profesionales públicos (donde hay ofertas cerca del 2,30 % en fija o Euríbor+0,50 % en variable) y la variable con perfiles de riesgo más alto (como autónomos, a quienes a veces se exige más vinculación).
- Situación del mercado: Los analistas coinciden en que el Euríbor tenderá a estabilizarse alrededor del 2 % en lo que queda de 2025. Esto significa que probablemente los precios del dinero seguirán siendo relativamente asequibles. En ese escenario de tipos moderados, la variable seguiría recortando cuotas hasta finales de año, mientras que la fija ya tiene una tasa cerrada muy baja para la mayoría del plazo. Se prevé que sea en 2026 cuando las revisiones de las hipotecas variables dejen de abaratar cuotas.
En definitiva, en 2025 es difícil que haya “una respuesta universal”. Para un primer comprador sin mucha experiencia, puede ser interesante la variable mientras dure la tendencia bajista del Euríbor, aprovechando que la cuota es menor ahora. Pero para quien prefiere dormir tranquilo y despreocuparse de futuros cambios, la hipoteca fija con TIN en torno al 2,3–2,6 % es muy atractiva. Lo más sensato es usar nuestro simulador o solicitar tu estudio gratuito y comparar las ofertas disponibles según tu caso. Un buen consejo es calcular la cuota bajo distintos escenarios de Euríbor (por ejemplo al 0 %, 2 % y 4 %) y ver si te resultaría asumible si sube.
Por último, recuerda que las mejores condiciones se consiguen negociando. Un bróker o un intermediario puede obtenerte una oferta notablemente inferior a la media del mercado (hipotecas variables desde ~Euríbor+0,30 % o fijas desde 2,10 % TIN). También es clave revisar toda la documentación: comisiones de cancelación, gastos de estudio, vinculaciones exactas, etc. Con la caída del Euríbor y la competencia de las entidades, 2025 es un año de oportunidades para hipotecarse: aprovecha para buscar la mejor combinación de interés, plazo y seguridad según tus necesidades.
